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Artículo de opinión de Andrea Periago, Concejal Psoe Lorca responsable del Área de Igualdad en el Ayuntamiento de Lorca 

CONVIVIR EN IGUALDAD ES PREVENIR EN VIOLENCIA

 

25 de noviembre 2013

Concejal del Grupo Municipal Socialista de Lorca

Concejal del Grupo Municipal Socialista de Lorca

Empezamos hablando de los tópicos, de esos que hemos oído toda la vida sobre los roles machistas. Como por ejemplo:

La mujer es inferior al hombre, el hombre es el cabeza de familia y tiene total autoridad, la mujer pertenece al marido y le debe obedecer, La mujer debe de servir al marido, si el marido le pegó, algo habrá hecho…

Parece que oír esto en el siglo XXI nos chirría el oído. Incluso muchos pueden pensar «pero vamos a ver si las mujeres ya tienen la libertad y derechos que quieren”. ¿Acaso pretenden llevar el mando?.. Y sí, es cierto que en las leyes que se han plasmado en un papel hemos adquirido derechos. Pero la mayoría de las mujeres, aún lo desconocen. Los hombres o pasan o les da igual, y por desgracia aún tenemos que soportar sentencias de jueces con un predominante carácter machista que asusta.

Pero nosotros tenemos una respuesta muy sencilla a la anterior pregunta, y es que: “NO BUSCAMOS MANDAR», no es cuestión de quien debe llevar el mando, si no de luchar por una convivencia donde impere un trato de igual a igual.

Así que el rol de » a ver quién manda o no manda». Es tan erróneo como todos los anteriores roles que hemos nombrado.

Pero aún así vamos a reflexionar sobre ellos, y nos daremos cuenta que aunque estemos en un siglo en el que se supone que avanzamos en estos temas, y desarrollemos leyes que condenen estos comportamientos, el problema aún persiste. Las estadísticas de denuncias y muertes así lo señalan.

Ellos siguen maltratando y matando ¿por qué?:

Porque aún hay quienes aún nos creen inferiores, porque hay quienes se creen con todo derecho y autoridad para hacerlo, porque aún piensan que somos mera posesión suya, porque no quieren a una mujer ni la ven como a una persona, solo como una mera sirvienta, porque según ellos la mujer les debe sumisión, porque se excusan justificando el maltrato hacía las víctimas.

Y después de este análisis. ¿De verdad han cambiado hoy  tanto la actitud de estos maltratadores? La respuesta es sencilla «NO». Aún siguen con un comportamiento negativo y agresivo hacía las mujeres.

Pero no es difícil combatir esta lacra, mediante algunos requisitos:

Concienciación, educación, respeto y trato igualitario. Inculcado, todo ello, desde los pilares que sujetan la educación y la personalidad. Las escuelas y la casa. Y una labor de difusión social de unos valores que han de servir para que la igualdad sea real y efectiva, y no solamente un parche de cara a la opinión pública.

 

No solo es aprenderlo, es SENTIRLO Y CREERSELO. El aprender a llevar por bandera el lema» NO TE CONSIENTO QUE ME PONGAS LA MANO ENCIMA JAMÁS». NO TE CONSIENTO QUE ME DEGRADES NI COMO PERSONA NI COMO MUJER JAMÁS». Esta es la actitud frente al agresor. Nuestra mejor defensa es «QUERERNOS Y RESPETARNOS» para que no atenten contra nuestra dignidad «JAMÁS».

Debemos aprender del pasado, y aceptar buenos consejos que nos ayuden en nuestra lucha para conseguir que no se minimicen ninguno de nuestros derechos. Y debemos concienciarnos de que tenemos que conquistar día a día esos derechos que por ley nos pertenecen, indignarnos y manifestarnos contra cualquier tipo de violencia. No hacernos cómplices del silencio ni tener miedo de tomar nuestra libertad, de rechazar cualquier trato vejatorio por muy disfrazado de paternalismo que se nos presente. Las leyes por sí solas no bastan, tenemos que pelearlo, pero no estamos solas.

Somos una inmensa mayoría los que estamos dispuestos a hacerte ver que no debes sentirte culpable por ser víctima, porque si no, lo serás para siempre, bajo el lema del sacrificio y sufrimiento.

Si para ellos su status es la agresión hacía tí, que el tuyo no sea la sumisión y el silencio. Cuando te rebeles no vas a estar sola.

Delátale al mundo. Desenmascara esa doblé cara sin temor.

Despierta de tu pasividad y denuncia, “DENUNCIA PERO SIN BAJAR LA GUARDÍA”. No le des la más mínima oportunidad “TE VA LA VIDA EN ELLO..

Y recuerda que el arma más poderosa es la educación en igualdad.

Ya hay demasiado dolor, demasiadas muertes, y demasiado silencio, que solo da lugar a una desgracia «SER VÍCTIMAS».

 

Por todas aquellas mujeres que ya no van a poder gritarlo. Por las mujeres que sufrirán malos tratos en el futuro, no te reprimas. No te sometas a un destino que no has elegido y GRITA «NO TE CONSIENTO SER UNA VÍCTIMA JAMÁS».