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Ruiz Guillén: “Los vecinos y vecinas de Lorca muestran su indignación por el mal uso de dichos vehículos en el casco urbano de la ciudad, sobre todo en zonas peatonales”

El concejal del Grupo Municipal Socialista, José Luis Ruiz, ha alertado por cuarta vez en un año, de que el equipo de Gobierno de Fulgencio Gil no está controlando el cumplimiento de la Ordenanza Municipal para regular la circulación de patines, patinetes y monopatines.

El concejal socialista ha denunciado el aumento de los accidentes por parte de personas que circulan en este tipo de vehículos y que son muchas las quejas de vecinos y vecinas que nos han trasladado su preocupación e inquietud.

El concejal ha criticado que Fulgencio Gil no ha hecho nada en este sentido a pesar de que la normativa entró en vigor el día 1 del mes de junio de 2023 gracias al trabajo del anterior equipo de Gobierno de Diego José Mateos y ha destacado que es fundamental que se circule siempre con las medidas de seguridad obligatorias, como lo son casco, y chaleco, y ha reiterado que debe ser “respetando las normas de circulación que la ordenanza contempla”.

“Los vecinos y vecinas de Lorca están preocupados por el mal uso de dichos vehículos en el casco urbano de la ciudad, sobre todo en zonas peatonales, dónde circulan “a sus anchas”, además sin las medidas de protección adecuadas como cascos, chalecos reflectantes, o incluso, calzado, suponiendo una peligrosidad para los viandantes y para ellos mismos. Además, podemos comprobar que muchos de estos vehículos circulan en dirección contraria a lo establecido”, reiteraba.

Ruiz Guillén ha recordado que la normativa fue desarrollada y puesta en marcha por el equipo de Diego José Mateos, técnicos municipales y Policía Local de Lorca que supuso todo un referente en la Región de Murcia, de hecho, han sido varios los municipios que desde junio han desarrollado una iniciativa en términos similares.

Ruiz ha recordado que “es positivo que nuestro municipio se adapte a los nuevos sistemas de desplazamiento no considerándolos como una amenaza, si no como una oportunidad para apostar por un medio de transporte más sostenible y dotándonos de una normativa jurídica para garantizar, por encima de todo, que se circule con ellos en condiciones de seguridad y sin afectar a las personas que transitan por las vías”.