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El concejal del Grupo Municipal Socialista, David Romera, ha pedido al equipo de Gobierno del Partido Popular a que inste a los técnicos municipales de la Concejalía de Urbanismo a que “inspeccionen en el más breve plazo de tiempo posible la estabilidad de los macizos rocosos que envuelven zonas habitadas de los Barrios Altos de la ciudad y del Barrio de San Cristóbal” después de que el pasado sábado se produjera el desprendimiento de rocas de gran tamaño sobre una vivienda de la calle Riquelme desde un macizo, en la vertiente occidental del Cabezo Calvario Viejo y cuyos ocupantes salvaron la vida milagrosamente. Además, reclaman que estas revisiones se realicen de forma periódica como instrumento preventivo, dado el riesgo latente de desprendimientos.

Romera ha añadido que “esta situación, desgraciadamente, no es nueva, pues todavía está en la mente de muchos vecinos, los desprendimientos que se produjeron en abril del año pasado en la misma barriada, provocando el desalojo de cinco familias de sus viviendas; las rocas que se han desprendido desde el macizo del Castillo y que han quedado suspendidas en la malla de acero que fue colocada tras los seísmos de 2011 como fue el caso de una roca de media tonelada caída en abril de 2013, las rocas que cayeron en Los Albaricos o cuando hace ocho años cayó otra piedra de gran tamaño sobre otra vivienda de San Cristóbal”.

El concejal del PSOE considera muy necesaria la realización de estas inspecciones “para evitar que se vuelvan a producir accidentes de este tipo en los Barrios Altos de Lorca”, teniendo en cuenta además que estas zonas urbanas “están sustentadas o se encuentran bajo macizos formados por materiales triásicos muy inestables, especialmente tras etapas de lluvias intensas, por movimientos sísmicos o por cambios bruscos de temperatura, como son las areniscas rojas, paquetes calizos y margas irisadas”.

En última instancia, Romera considera que “lo deseable en estos sectores urbanos vulnerables a la caída de rocas o desprendimientos del terreno, es la colocación, como se hizo en el macizo del Castillo de Lorca, de mallas de retención de acero, que aseguren el terreno para minimizar este tipo de riesgos, o la aplicación de las medidas técnicas que sean necesarias para que los vecinos de los Barrios Altos estén tranquilos”.